Muchas veces traducida como postura del cadáver, nombre que la verdad no me gusta y que, por lo tanto, no uso. Prefiero llamarla por su nombre en sanscrito.
La postura de SAVASANA es una postura de descanso. Muchas veces se comienza la clase en esta postura, se practica entre posturas y es la postura final de una práctica de Yoga.
Al principio de la clase, a mí me gusta que nos tomemos un momento para relajarnos y desconectarnos del día y conectarnos con la respiración en esta postura. Al final de la clase, hacemos una relajación profunda y dejamos que fluya la energía trabajada durante la clase de Yoga a través de cuerpo sutil.
Aunque a simple vista parece la asana más simple, hacerla bien y relajarse en ella, no es tarea sencilla. Para armar esta postura debemos acostarnos en el suelo boca arriba, relajar las extremidades, piernas y pies (se dejan caer hacia afuera), aflojar los brazos, con palmas hacia arriba, separados del cuerpo para abrir el pecho y relajar la cabeza. Es muy importante aflojar el los maxilares, separarlos y dejar que la lengua se relaje en el paladar superior, para así aflojar el cuello, la garganta y la cara. Prestar especial atención a la piel del rostro y sentir su peso a medida que se van aflojando. Solemos tensionar mucho el rostro a través de los gestos y las interjecciones que usamos cuando nos comunicamos.
Claramente esta postura no tiene contraindicaciones. Sin embargo, se pueden hacer mejoras si hubiera molestias. Si dolor lumbar, colocar un almohadón debajo de rodillas para que la zona se relaje y la curvatura lumbar disminuya. Si hay molestias en cabeza o cuello, o si este último quedara colgando, se puede colocar un almohadón debajo de la cabeza para mayor comodidad.
LA RESPIRACIÓN. Debe ser libre preferentemente. A mí lo que más me relaja es seguir el largo de la columna cuando inspiro y su peso cuando exhalamos. También se pueden trabajar otros tipos de respiración en esta postura, pueden ver una descripción más detallada en este post!
Y a relajarse!