Los chakras son centros energéticos, que se encuentran en nuestro cuerpo sutil. Los principales chakras son siete y se ubican a lo largo de la columna vertebral. Cada uno de ellos posee un color, un elemento, un número determinado de pétalos de flor de loto, un mantra (sonido), un mandala (símbolo), se corresponde con un sentido (olfato, gusto, etc.), órganos, sistemas y glándulas de nuestro cuerpo y están asociados a un grupo de emociones. su equilibrio y buen funcionamiento es sinónimo de salud.
Estos centros están conectados entre sí por medio de los nadis: red de canales por los cuales transita el prana o energía vital. Poseemos alrededor de 72.000 nadis. Tres son los principales que se encuentran a lo largo de la columna. Estos tres conductos, nacen en la base de la columna vertebral, en el primer chakra (muladhara chakra). Se conocen como shushuma nadi, que circula a lo largo de la médula espinal, ida y pingala, a la izquierda y derecha de ésta respectivamente. Éstos dos últimos se entrecruzan a lo largo de la columna hasta llegar al séptimo chakra o (sahasrara chakra).
Es allí, en la base de la columna, donde reside la energía kundalini, dormida. Esta energía creadora es considerada la energía cósmica divina en el cuerpo. Se simboliza mediante una serpiente enroscada. Cuando se despierta, asciende por la médula espinal a través de shushuma nadi hasta el séptimo chakra o sahasrara chakra, el chakra de la iluminación. A medida que esto sucede, irá despertando a su paso el funcionamiento de los diferentes chakras, lo que permite llegar a un estado de felicidad y contento (santocha) y de unión con el universo o con el Dios en el que creemos (samadhi).
Con la práctica de Yoga buscamos movilizar nuestro prana para que ésta fluya libremente a través de nuestros canales o nadis. Trabajamos para equilibrar cuerpo, mente y emociones y que nuestros chakras funcionen correctamente y así evitar desequilibrios que nos pueden afectar en cualquiera de estos tres planos. Tomar conciencia y conectarnos con nuestros centros energéticos es el principio. Las asanas, los pranayamas y la meditación nos ayudan conseguirlo.
**Es importante contar con un maestro guía que elegimos a conciencia para que nos enseñe el camino para realizar este trabajo.**