La palabra chakra, tan difundida últimamente, proviene del sánscrito y significa rueda. Se trata de centros de energía o prana, que están situados en el cuerpo sutil*, es por ello que no son visibles. Su equilibrio es sinónimo de salud y cuando dicho equilibrio se rompe, puede manifestarse a través de dificultades en cualquiera de los tres planos de nuestro cuerpo: físico, mental y espiritual y/o emocional.
En cualquier práctica de Yoga, se trabaja para movilizar el prana y equilibrarlo y desbloquear estos centros si fuera necesario. Este trabajo se realiza principalmente a través de la respiración, principal movilizador de energía, como así también por medio de las asanas, a nivel físico.
Los chakras más importantes son siete y se sitúan a lo largo de la columna vertebral:
MULADARA (al inicio de la columna entre el ano y los genitales)
SVADHISTHANA (debajo del ombligo)
MANIPURA (por encima del ombligo)
ANAHATA (en el pecho, a la altura del corazón) Vishuddha (a la altura de la laringe)
AJNA (en el entrecejo)
SAHASRARA (en la coronilla, centro de la cabeza)
Cada uno de ellos se identifica con un símbolo o mandala y le corresponde un color, una flor de loto con una cantidad exacta de pétalos, un mantra, un elemento y ciertas partes de nuestro cuerpo, órganos y glándulas.
* El cuerpo sutil es la contraparte no material de nuestro cuerpo físico, es nuestro cuerpo energético. El cuerpo sutil permea y penetra el cuerpo físico y es la base de enrgía de toda manifestación a nivel físico.
