Como publiqué alguna vez en “Las 5 cosas que más me gustan de dar clases de Yoga“, algo que me encanta de da clases es que todo el tiempo me estoy conectando con personas súper interesantes y aprendiendo de ellas!
Así fue que conocí a Eliana, que venía a clases de Yoga en nuestro espacio de Caballito por la mañana con Alejandra. La vi bohemi, pegamos onda y un día se me ocurrió preguntarle a qué se dedicaba? Cuando me dijo que era artista, le propuse que me introduzca en su mundo con un Taller de mandalas.
En este post le scomparto el trabajo que realizamos a lo largo de cuatro bellos encuentros.
La verdad es que llegué con “cero arte”, como le dije a ella.
Comenzamos viendo algunos mandalas que habitan en el mundo y a lo largo del tiempo como punto de partida.
Me llamó la atención el mandala que representa la semilla de la vida.
Que concluyó en un primer intento en este mandala!
Siguieron otras construcciones en las que pasamos de formas orgánicas a formas geométricas. eli me acompañó en un proceso de conocimiento y experimentación, buscando nuevas opciones.
Traté de salir de mi zona d confort en las líneas rectas y las formas geométricas…
Pero parece que aún debo seguir trabajando la flexibilidad!
Sinceramente si bien sabía los colores primarios del colegio, no era algo que habitaba en mi mente… Experimentamos también los colores y sus combinaciones. armamos paletas de colores, Eli me enseño que los azules pueden ser infinitos!
Y pasamos de colores primarios a paletas de colores y colores complementarios y opuestos. Para mí fue un viaje a su mundo artístico, y a la vez una introspección a un mundo mío que no imaginaba ni sabía que existía en algún lado.
Y lo más maravilloso, fue sentir que Eli acompañaba mi propio proceso y fuimos descubriendo por dónde venía.
Y ahora este mandala habita mi espacio. Fue un proceso creativo de búsqueda muy lindo y mucho más de lo que me imaginaba cuando le hice la propuesta a Eli
Gracias por este viaje hermoso, gracias por las charlas y los tecitos!
Gracias Eli! <3