CAROLINA STEEB

Empecé mi camino con el yoga en el verano de 2011 durante un seminario que brindaba Ricardo Ruffolo
(mi primer maestro) en Teatro Timbre 4. A partir de entonces, el yoga empezó a formar un hábito fundamental en mi vida, a veces más asidua y otras más distante, pero siempre presente. Después de 5 años de práctica de Yoga Integral, comencé Ashtanga Yoga con Hernán Delbene, sumando talleres de ajustes y también como asistente en sus prácticas regulares durante casi dos años. En el 2019 buscando un estilo de yoga más fluido pero también intenso, di con las clases de Vinyasa Flow de Nora Maas, y al año siguiente, en plena pandemia, decidí estructurar el conocimiento que ya venía adquiriendo y formalizarlo haciendo el instructorado online en Maas Yoga. Desde el 2021 doy clases regulares de Vinyasa Flow en su sede de Recoleta.
Una vez una amiga me preguntó si lo que más me gustaba del yoga era la parte física o su componente más espiritual y le respondí que justamente lo que más me gustaba de la práctica era cómo integraba la mente con el cuerpo y el espíritu. El Yoga es unión y hasta ahora es un aprendizaje constante en mi vida, dentro y fuera del mat.

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