Hace más de ocho años me acerqué a tomar clases de yoga por primera vez en el gimnasio al que iba habitualmente.
Como muchas otras personas, entré en contacto con el Yoga por una dolencia física que tenía en la espalda. Allí conocí a mi primer maestra Ana Falcone, quien me acercó al Yoga Integral, primero como practicante y luego como Instructora.
El PURNA YOGA conocido como YOGA INTEGRAL fue creado por Sri Aurobindo Pondicherry, en la India. Ideó este método como una síntesis de los tradicionales caminos del Yoga (detallados en el post ¿Qué es el yoga?). Fue así que promovió la práctica del Yoga en su conjunto. Es la técnica del Yoga más contemporánea. En Sudamérica, fue difundida principalmente por Swami Asuri Kapilananda.
Como su nombre lo indica, integra los métodos del yoga generando uno nuevo más creativo. La idea es que cada persona tome las herramientas que necesita para alcanzar sus objetivos en la práctica.
Cuando la gente se acerca a las clases generalmente comienza con la práctica de la respiración y algunas asanas. A medida que avanza en la práctica, mejora en la alineación de las asanas y va realizando otras que un inicio no parecían posibles. Muchas de estas personas se inician también en la práctica de la meditación que generalmente tiene lugar al final de la clase. Y además comienzan a indagar en la filosofía del Yoga y a incorporarla en su vida. Esto es el Yoga Integral, las asanas del HATHA YOGA, la introspección (pratyahara) e meditación (dhyana) del RAJA YOGA y del GNAÑA YOGA, la indagación e investigación.
Hace tiempo que tomar clases y dar clases de Yoga es parte de mi vida. Hace tiempo que leo, investigo y me instruyo en la práctica del Yoga y su filosofía. Y estoy muy contenta de poder compartirlo en este blog.
Un libro que contienen la filosofía del Yoga Integral y que resulta muy interesante de leer es YOGA INTEGRAL, de Haridas Chaudhuri. Mi historia del encuentro de este libro es muy particular. Mi maestra de Yoga Integral, Ana, me había hablado mucho de él. Un buen día, Flora, una tía de mi marido, me dice que separó unos libros de Yoga que habían sido de hermano Saúl, a quien yo no llegué a conocer, y que ahora eran para mí, que en ese momento estaba estudiando. Y allí estaba, mi ejemplar de este hermoso libro. Tiene ese aroma especial en sus hojas que sólo un libro con años vividos puede tener. Y sí, la edición es de 1975.